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La vida en verde: Casa tres jardines

La Casa Tres Jardines es todo un atractivo visual ubicado al poniente de la Ciudad de México, transformada 12 años después de su primera versión para rejuvenecer su esencia natural, para no dejar de sorprender y cautivar con su modernidad, colores y movimiento.

POR Rafael Lozornio
24 febrero de 2021

La Casa Tres Jardines es todo un atractivo visual ubicado al poniente de la Ciudad de México, la cual, decidieron transformar 12 años después de su primera versión para rejuvenecer su esencia y cautivar con su modernidad, colores y movimiento.   
Así que, en Huatan (firma creada por Daniel Gómez Bilbao) aprovecho durante el 2020 para sumergirse en la idea de intervenir cada rincón con una amplia variedad de vegetación y aprovechando elementos como el paso del viento, la luz natural y la cantidad de humedad. Convirtiendo los espacios al aire libre en el ejemplo perfecto de una arquitectura vanguardista.

A la vista de todos
El jardín principal al estar ubicado en la parte frontal de la casa y a la vista del comedor, sala y terraza, era necesario un cambio significativo y capaz de generar nuevas sensaciones. Lo lograron sembrando helechos chivos (Lophosoria quadripinnata) y plantas de distintas tonalidades de color morado que ahora atraen miradas a cualquier distancia. Además, hicieron resaltar los troncos de sus árboles de manzano japonés (Malus domestica) con algunos montículos que los elevaron y crearon increíbles simetrías.

Recibimiento singular
El segundo jardín, que, si bien es el de menor dimensión comparado con los demás, se distingue por engalanar la entrada de la casa. Sus casi 18 metros lineales y tres metros de ancho lo hacen único para que sus habitantes y visitas encuentren una enriquecedora conexión con la naturaleza en medio de la urbe más poblada de México.
Es de resaltar que este sitio tiene una discreta elevación del suelo y, además, emana una especial humedad que favorece el crecimiento y la conservación de su vegetación, dos características únicas que ayudaron a darle armonía orgánica y una identidad particular.
Dichos factores los complementamos sembrando cinco árboles de magnolias (Magnolia grandiflora) en forma de zig zag que crearon una sofisticada fronda de flores blancas y agregando helechos chivos (Lophosoria quadripinnata) y conchas de suculentas verdes, que hicieron el match perfecto con sus rocas y el musgo lágrima de niño (Soleirolia soleirolii) que crece en abundancia.

Color vibrante
Para la tercera área verde se requirió una intervención más meticulosa, pues sus arbustos crecieron frondosos, pero sin forma. Las áreas de oportunidad para este jardín eran muchas, así que las aprovecharon con una exquisita paleta vegetal que, en conjunto, resultó darle una renovación de 180 grados.
De tal manera que, para lograr la versión renovada, agregaron tres filas de rocío de arroz (Aptenia cordifolia) sobre la pared y eliminaron los arbustos para dejar al descubierto los troncos de los árboles, lo que contribuyó a ganar nuevas dimensiones y un sinfín de atractivas texturas.
Por otro lado, le dieron un color vibrante con plantas como el acanto (Acanthus mollis), que funcionaron perfecto para cubrir las partes más bajas de este jardín; mientras que, para transmitir sensaciones de relajación y tranquilidad, combinaron helechos chivo (Lophosoria quadripinnata), hojas elegantes (Xanthosoma robustum) y monsteras.
Finalmente, mantener mantener hidratadas las casi nueve mil plantas y arbustos que conformaron este extreme makeover, fue instalado un sistema de riego independiente para cada jardín, programados con diferentes tiempos e intensidades que favorecen el ahorro del agua y bienestar de la flora.

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